España es el segundo productor de queso de oveja de Europa
El queso de oveja es uno de los alimentos más nuestros que existen. Elaborado a lo largo y ancho de nuestro país, principalmente en las regiones de País Vasco, Navarra, La Rioja, Castilla y León, Castilla La Mancha y Extremadura, muchos de ellos se continúan produciendo siguiendo la técnicas ancestrales de los pastores que durante siglos han acompañado al ganado.
España es uno de los principales productores de queso de oveja en Europa, el segundo concretamente, por detrás de Italia. En la actualidad, España cuenta con más de 2 millones de ovejas de ordeño. Esto sitúa a nuestro país en el cuarto lugar de Europa, con un 9,7% del censo, por detrás de Rumania (con un 30,5%), Grecia (con un 25,4%) e Italia (con un 21%). La mayoría de la producción de leche de oveja de nuestro país se destina a la producción de queso.
El sector ovino dedicado a la elaboración de queso es una actividad económica muy importante para nuestro territorio. Las 7.000 explotaciones de nuestro país produjeron durante el año pasado más de 510 millones de litros de leche de oveja, esto se traduce en más de 400 millones de euros cada año. En cuanto a la producción por Comunidades Autónomas, Castilla y León produce el 58% del total nacional, seguida de Castilla – La Mancha, con un 31%. Ambas agrupan cerca del 90% de la producción de leche de oveja de nuestro país.
Un queso delicioso y saludable
Los quesos de oveja son intensos, cremosos y aromáticos y se caracterizan por su gusto ligeramente ácido, salado y mantecoso. Los quesos de oveja pueden ser frescos o pueden someterse a maduración, dando lugar a quesos semicurados, curados, añejos y viejos. Dentro de los quesos de oveja se enmarcan algunas de las denominaciones de origen más conocidas y extendidas de nuestro país como el queso Idiazabal, el queso Manchego, el Zamorano, el Cabrales o la Torta del Casar. En la siguiente infografía, elaborada por Inlac, se pueden identificar todos los quesos de oveja españoles con Denominaciones de Origen Protegida.
Además, son muchos los beneficios del queso de oveja para nuestro organismo. Son muy nutritivos debido a su porcentaje en materia grasa (un 37%), por lo que aportan mucha energía. Además, el queso de oveja es rico en proteínas (un 26%), fundamentales para mantener los músculos de nuestro cuerpo fuertes. La concentración de proteínas varía según la curación del queso, los quesos más curados poseen mayor proporción que el resto. También son ricos en minerales, especialmente calcio y fósforo. Por eso se recomiendan para el crecimiento óseo y la prevención de la osteoporosis, la anemia y la descalcificación. Además, contribuyen a fortalecer el cabello, la piel y los dientes. El queso de oveja contiene menos lactosa que la leche de vaca, por lo que es el más indicado para personas intolerantes, especialmente los quesos más curados.