Lo natural es posible

La pequeña localidad italiana de Bra, en el corazón del Piamonte, acoge desde hace doce ediciones bianuales la Feria del Queso organizada por el Ayuntamiento y el movimiento Slow Food con la idea de ensalzar el mundo del queso en general y el queso artesano en particular.

Es increíble cómo, poco a poco, esta feria se ido convirtiendo en una de las más importantes de Europa y, por ende, del mundo. La magnitud de la infraestructura y de la asistencia nos hace ver que el movimiento cheeselover está en pleno auge y arrastra cada día más adeptos.

La edición 2017, que celebró los veinte años del evento y marcó un récord historial de asistencia, con 300 mil asistentes estimados de los cuales casi la mitad llegaron desde el extranjero.

El número de eventos programados para los cuatro días que dura la feria son prácticamente incontables y es imposible asistir a todos pues se trata de una feria muy didáctica y multiactiva. Podemos encontrar mesas de cata de quesos italianos e internacionales entre los que encontramos muchos quesos españoles.

Los talleres de maridaje entre queso y vino son de los más visitados y con más éxito ya que este binomio es uno de los que despiertan más inquietud entre aficionados y profesionales de ambos mundos, el queso y el vino.

Uno de los más esperados por muchos es el taller de creación de fermentos naturales para aquellos que han decidido enfocar su producto de manera natural y sin aditivos industriales. De hecho, probablemente sea un poco el alma de toda esta feria que aglutina a pequeños productores de todo el planeta que han elegido el mundo del queso como filosofía de vida, desde el pastoreo, pasando por la elaboración y terminando por la afinación concreta.

Diversas universidades exponen sus ponencias dedicadas al láctico para aquellos que buscan la parte más técnica y científica del evento. Para aquellos que esto les parezca un rollo, la organización a organizado proyecciones de filmes y videos en diferentes salas con los productos lácticos como protagonistas, entre muchas otras visualizaciones.

Pero claro, es una feria de queso y por supuesto, hay cientos de expositores que nos ofrecen sus joyas lácticas para degustarlas y conocer que hay detrás de cada pedacito de queso. Como no podía ser de otra manera, España, como uno de los protagonistas europeos en el mundo del queso, también está representada por un nutrido grupo de varios stands donde podemos encontrar pequeños productores como Cuirols en La Nou de Bergadá en Barcelona, o como TQueso, una exportadora valenciana especializada en dar a conocer los quesos españoles fuera de nuestras fronteras.

Amantes del queso, visitar esta feria hace cambiar la visión del mundo del queso por su riqueza y además se encuentra en un paraje de los más bellos para visitar como es el Piamonte donde practicar el enoturismo y, el quesoturismo.

JAVIER CAMPO GONZÁLEZ
Sumiller/Sommelier
www.sumillercampo.com