Sa Naveta, un semicurado baleárico y redondo

Mahón y sus quesos, un producto tan singular como la propia isla. El de Sa Naveta, en su maduración propia de los semicurados, presenta un marcado gusto a leche cremosa, puesto que está elaborado con leche cruda de ganado bovino, en concreto, vacas de las razas Menorquina y Frisona. de gran calidad, procedente de ganado vacuno. Su pasta es de color blanca-amarillento, según el tiempo que tenga. Para producir este queso se recurre a las fórmulas magistrales de los antiguos pobladores de la isla. Sabios a los que les debemos poder disfrutar de un gran queso como este, con su forma cuadrada tan identificable desde la distancia. 

El Sa Naveta conserva el método de elaboración tradicional que exige el prensado de la pasta poco a poco y a mano. Para realizarlo, se utiliza un característico paño de algodón llamado fogasser, una curiosa herramienta empleada durante décadas. 

En el proceso de curación se cubre por completo con aceite y pimentón, este mejunje favorece la protección del queso y también, que se genere una corteza exterior que se torna de color marrón anaranjado. El queso que estamos analizando, la variedad semicurada del Sa Naveta, madura entre 90 y 120 días. En ese tiempo, crea un sabor y una serie de aromas muy evolucionados, de notable intensidad y con notas ligeramente picantes, pero muy agradables que contrastan con los sabores puramente lácteos. En boca, nos deja una persistencia larga, que se van acentuando si prosigue el tiempo de curación.

Este queso encierra en su interior toda parte de la historia gastronómica de Menorca. Por sí sólo, con un poco de pan o frutos secos, resulta un manjar. También es habitual acompañarlo de frutas dulce o como ingrediente para completar pastas, arroces o pasteles salados. Su maridaje demanda de vinos ligeros y fáciles, así como dulces. También es muy agradable con finos y manzanillas.