Tres aperitivos queseros
Son fechas intensas, de esas que agotarían las ideas de cualquiera sobre el menú, pero aquí van tres recetas efectivas para contentar a los amantes del queso
Tú, que eres un gourmet, un sibarita; que amas el buen producto, y el queso sobre todas las cosas; tú, que te sientas a mesa larga; ahora tienes que desplegar el mantel para los invitados. Es lo que toca en estas fechas. Cocinar es un placer, pero tanto si eres de los que disfruta entre cazuelas, como de los que nunca ha preparado un sofrito, estas recetas te servirán de ayuda. Son únicas por su sencillez e incluyen, como no podía ser de otro modo, tres quesos españoles de la mayor calidad. Resultan perfectas para empezar con buen pie el menú, servidas como aperitivo, y siempre está la opción de convertir el picoteo en el leitmotiv del encuentro.
En las grandes reuniones, lo importante es la capacidad de reacción, tanto en tiempo como en solvencia. Déjate de cocciones y guisos, olvida los flambeados y los empanados, y en general, relega las elaboraciones complejas. Abraza la sencillez del cuchillo y el horno mediante estas tres recetas, que están pensadas para que el sabor del queso se convierta en el protagonista:
1. Peperoncino relleno de queso de cabra
Ingredientes: un bote de peperoncini (10 o 12 unidades), 150 gramos de queso de cabra con aroma de trufa, 50 gramos de nueces, aceite de oliva.
Una clásica receta italiana que sí, ya venden preparada en conserva, pero aquí vamos a preparar por nuestra cuenta para adaptarla al producto autóctono. El peperoncino es una variedad de chile, o pimiento picante, cuyo cultivo está muy extendido por La región de Calabria. Se suele servir relleno de queso de cabra de la zona. En España podemos apostar por algunas variedades locales, como los quesos de cabra de La Laguna, de pasta blanda y con una interesante variedad de trufa negra para este caso.
La única molestia en esta receta pasa por limpiar los pimientos. Primero hay que hornearlos durante 20 minutos (a 200 grados), después se dejan templar, y por último se vacían de semillas con cuidado de no romperlos. Las nueces se trituran y se mezclan con el queso trufado. El resultado se va colocando cuidadosamente dentro de cada peperoncino y, a partir de ahí, ya se puede servir con un chorrito de aceite.
2. Empanadillas de requesón y anchoas
Ingredientes: un paquete de obleas para empanadillas, 200 gramos de requesón, 100 gramos de aceitunas negras sin hueso; 6 anchoas; aceite de oliva y limón.
Pocos entrantes pueden competir con la empanadilla y, afortunadamente, ya venden las obleas perfectamente dispuestas. La clave está en preparar un buen relleno. En esta receta se emplea como base un requesón de calidad, con una textura ligera, como el de la firma El Gran Cardenal, que trabaja fundamentalmente con leche de oveja. El sabor es fresco, pero también suave, y no oculta la presencia de otros ingredientes.
El queso se mezcla con las aceitunas y las anchoas, previamente picadas y aliñadas con aceite y limón. Con esta pasta se van rellenando las obleas, procurando que no haya demasiada cantidad y termine por hacer explotar la masa en el horno. Se pueden sellar marcando el dibujo con un tenedor, e incluso pintándolas con huevo, y tras hornearlas diez minutos (a 200 grados), están listas para servir calientes o frías.
3. Carpaccio de Idiazábal y champiñón
Ingredientes: 400 gramos de champiñones, 200 gramos de queso Idiazábal ahumado, 1 limón, ron, pimienta, aceite de oliva y sal.
El queso Idiazábal es una de las grandes joyas de la despensa española, por lo que basta ponerlo sobre la mesa para hacer las delicias de los comensales. Esta vez, lo acompañamos de champiñón, que previamente hemos macerado en la nevera. Para ello se corta en láminas muy finas y se deja reposar, durante 30 minutos, con una mezcla de aceite, sal, pimienta, el zumo de un limón y ron al gusto. Una vez listo, se dispone sobre un plato, y se dejan caer láminas delgadas de queso. Si el Idiazábal, además, es ahumado, se incrementan las sensaciones. ¿Acaso hace falta más?