Estos son los quesos españoles más ligeros
Podemos seguir comiendo queso aunque nos hayamos propuesto mantener la línea. Solo hay que fijarse en los quesos que menos materia grasa contienen.
El queso es un alimento saludable rico en nutrientes esenciales como el calcio, las proteínas o la vitamina D o la B12. Para llevar una dieta sana y equilibrada, los expertos recomiendan consumir de 2 a 4 raciones al día de lácteos de buena calidad (leche, quesos y/o leche fermentada), teniendo en cuenta que en determinadas situaciones como el embarazo o la lactancia se recomienda un rango de consumo superior.
A mucha gente amante del queso le preocupa su aporte calórico, especialmente ahora que se acerca el verano y parece que nos preocupa más mantener la línea. La grasa del queso es muy variable en su cantidad y depende tanto del tipo de leche como del grado de curación del queso. Los quesos con un mayor grado de curación tienen una mayor concentración de nutrientes porque se elimina buena parte del agua. Además, para su elaboración se utiliza más cantidad de leche y por tanto los quesos más curados tienen un mayor aporte calórico. Si lo que estamos buscando son quesos ligeros que aporten pocas calorías, debemos fijarnos en quesos blandos que cuenten con una importante proporción de agua en su composición ya que la presencia de agua evita que los nutrientes se concentren y, por tanto, aumenten las calorías. Los llamados quesos frescos son los que menos grasas tienen y por tanto, menos engordan.
Quesos frescos españoles
En España tenemos varios quesos que cumplen estas características, probablemente el más conocido sea el Queso fresco de Burgos, uno de nuestros quesos más sanos. Este queso originario de Castilla y León tiene 180 calorías por 100 gramos y destaca por su bajo índice de materia grasa, que se encuentra en un 15% aproximadamente. El Mató es otro de los quesos que podemos comer aunque estemos a dieta. Es un tipo de queso fresco, típico de la gastronomía de las Islas Baleares y Cataluña muy parecido al requesón que solo tiene 97 calorías cada 100 gramos. Aunque en Cataluña se toma como postre y es muy popular acompañarlo con miel, si queremos guardar la línea podemos tomarlo con frutos secos. Aunque son los quesos más conocidos, no son los únicos bajos en grasa.
En nuestro territorio tenemos otros quesos frescos que son adecuados si queremos cuidarnos como el Queso de Villalón, un queso que se elabora con leche de oveja en la localidad vallisoletana de Villalón de los Campos y que suele tomarse como aperitivo, pero es también delicioso en ensaladas o el Queso de Cassoleta, una variedad típica de la Comunidad Valenciana cuyo nombre proviene del molde usado en su elaboración (cazuelita en valenciano), que también es bajo en grasas.