¿Conoces las diferencias entre el queso de cabra y el queso de oveja?
Uno tiene un sabor más ácido, otro es más graso, pero ambos, los elaborados con leche de cabra o leche de oveja, son deliciosos
Cada tipo de queso tiene unas características propias que lo hacen único y especial. El tiempo de curación, el contenido de materia grasa, su sabor y la forma de consumirlo difieren entre un queso de oveja y uno de cabra. Estas son las propiedades de uno y otro según de donde venga la leche con la que se elaboran.
Queso de oveja
El queso de oveja es de los más consumidos en el Mediterráneo. España, Francia o Grecia son los principales productores. Uno de sus más destacados exponentes en nuestro país es el queso manchego, pero no es el único. El queso zamorano, la Torta del Casar o el queso de la Serena son quesos que se elaboran con leche de oveja, entre muchos otros que encontramos a lo largo de todo el territorio español.
La leche de oveja es más rica en grasa y proteína que la de vaca y contiene menos agua, lo que le aporta al queso ese sabor tan especial. Los quesos de oveja suelen ser quesos de pasta compacta, con una textura fina y suave y un olor característico.
Son quesos que contienen vitaminas A, B y E y calcio en grandes cantidades, por lo que ayudan al desarrollo y buen funcionamiento de los huesos y los dientes. Los ácidos grasos del queso de oveja son esenciales para el crecimiento y beneficiosos para el sistema cardiovascular inmunológico y nervioso. El queso de oveja es más digestivo debido a su menor contenido en lactosa.
Este tipo de queso, dado que tiene un sabor fuerte, suele tomarse solo.
Queso de cabra
Son quesos más cremosos y blandos que los de oveja. Es fácil diferenciarlos por su color, más blancos que otros quesos debido a la ausencia de beta-caroteno en la leche del animal. El queso de cabra más reconocible es el rulo de cabra, pero el queso de Murcia, el queso Ibores, el Majorero o el queso Palmero están elaborados con leche de cabra.
Otra de las principales características del queso de cabra es su sabor, más ácido que el de oveja debido a los ácidos grasos que contiene la leche de estos animales: caproico, caprílico y cáprico. El contenido de grasa es similar al de los quesos de leche de vaca. Son quesos que se digieren bien porque su leche contiene menos lactosa, caseína y partículas grasas que la leche de vaca.
Los nutrientes que aportan los quesos de cabra no son los mismos que los de oveja. El queso de cabra esa rico en proteínas y bajo en potasio, por lo que se recomienda a aquellas personas que padecen insuficiencia renal crónica.
El queso de cabra es perfecto como ingrediente para hacer pizzas, pastas, ensaladas, acompañar con mermelada o hacerlo frito.